Briton Engineering Developments inventó este material

Parece imposible pero se puede hacer… (además de poder hacerlo sobre la arena, listillos) Se trata del material sintético denominado Snowflex, que permite simular el efecto de deslizarse sobre la nieve con la ventaja de que se puede instalar en cualquier lugar, sin necesidad de generadores de frío ni engorros por el estilo, lo que permite reducir considerablemente su coste de instalación y mantenimiento.

El material lo inventó y lo manufactura una empresa británica llamada Briton Engineering Developments.

La base que se usa para crear este efecto esta formada por una serie de capas. La primera es una fibra sintética que simula el efecto de nieve y está compuesto por filamentos individuales (parecidos al de una alfombra, pero más finos y suaves). Otras de las capas es un acolchado para frenar los impactos y suavizar los aterrizajes en saltos. También incorpora una membrana anticaídas y un sistema antideslizante que hace de Snowflex una plataforma firme y a la vez deslizante frente a los cantos de las tablas de esquiar.

Estas superficies están totalmente contrastadas en diversas pistas de Gran Bretaña y Estados Unidos, y existen proyectos para realizar algunas en España. La compañía inglesa ya ha sido contratada para diseñar e instalar una pista de esquí artificial en Valladolid, que tendrá una superficie total de 9.500 metros cuadrados . Este tipo de instalaciones suelen estar acabadas en cinco meses. Esta iniciativa no es pionera en España, ya que previamente hubo, en Asturias, una instalación semejante que funcionó durante un tiempo en las proximidades de Gijón.

Otra de las posibilidades que existen actualmente es el esquí indoor en frió, que sigue el modelo de Madrid Snow Zone que utiliza la refrigeración para obtener nieve. Otras pista por el estilo es Ski Dubai, una estación de esquí en pleno desierto, algo realmente curioso. Y lo que más puede sorprender es el Endless Slope, una especie de cinta de correr pero diseñada para esquiar.

Las alternativas a la falta de nieve están cada día más claras

El snowboard te puede llevar por diferentes terrenos

Cuando uno ya sabe cómo deslizarse por las pistas normales, el siguiente paso es hacerlo por terrenos más complicados y que requieren el control de la tabla. Los terrenos desconocidos pueden causar estragos, por eso desde aquí les ofrecemos una pequeña guía en la que daremos las claves para deslizarse por terrenos escarpados, bañeras, pistas abiertas, y mogoles.

El primero de todos es el terreno escarpado, por el que entendemos una zona con muchos desniveles y que pondrá a prueba los conocimientos del snowboarder. Cuando comencemos el descenso,  tendremos sensaciones parecidas a las que se tiene la primera vez que uno se sube a una tabal.

Te recomendamos mantenerte centrado y equilibrado en la tabla, haciendo uso de los hombros y brazos. Es importante que no se crucen los brazos y tener los tobillos y rodillas flexionados en todo momento. Las rodillas y piernas las colocaremos de la manera más separada posible, porque de esta forma conseguiremos una amplitud de postura, y en consecuencia mayor centro de gravedad. La postura de snowboarder debe ser erguida. Para controlar la velocidad, mantendremos la tabla de la línea de descenso durante el máximo tiempo posible.

El segundo terreno son las pistas abiertas, que son las que se encuentran en zonas altas de montaña, lo que precisa un gran control técnico. Cuando la pista está en condiciones, este terreno es el idóneo para realizar grandes giros, excepto cuando nos encontremos con palas, que son pasos estrechos que atraviesan formaciones rocosas donde el giro deberá ser mas corto.

Un terreno que es fácil encontrase en una pista de esquí son las bañeras. Comenzaremos con las que tienen una inclinación de entre 20 y 30 grados, que son las más espaciadas posibles y las que más facilidades presentan. Para girar en las bañeras:

En las depresiones, debemos deslizar la tabla con facilidad para descender lentamente, haciendo rápidos ajustes para cambiar la velocidad. 

En los laterales, haremos lo mismo que en las depresiones, teniendo en cuenta que en los laterales nos dejan menos espacio y deberemos hacer giros más rápidos.

Los snowparks están ganando cada vez más adeptos

No son recintos muy aconsejables para riders noveles, ya que requieren de un gran dominio de los saltos y un equilibrio muy desarrollado, aunque también disponen de obstáculos para principiantes. Entre los módulos más comúnes están, el "big jump" o gran salto, que es una construcción de nieve en forma de rampa que permite realizar grandes saltos. También hay saltos menores, como los quarters o los kickers. Las barandillas (o handrails), también son habituales de los parks, y se usan para deslizarse a lo largo de ellas. Además se pueden encontrar otros módulos de distinto grado, más o menos accesibles para esquiadores de nivel medio. Aunque la mayoría requieren un nivel avanzado.

También pueden tener una zona de "boardercross", en la que lo más importante no son los saltos, sino bajar lo más rápido posible, sobre una pista llena de bañeras y baches lo cual hacen más difícil el recorrido. Pero de entre todos estos elementos el más espectacular y complicado es, sin lugar a duda, el “half-pipe”. Se trata de una U o medio tubo de nieve de unos dos metros de alto, en el que los riders descienden en su interior realizando saltos en los bordes de la misma.Es un espectáculo realmente impresionante cuando lo realiza algún profesional.

Si bien hace algunos años, los snowparks estaban contados en las pistas de esquí de nuestro país, cada vez son más las estaciones que van incluyendo progresivamente snowparks, o ampliándolos, si es que ya disponían de uno. Estos recintos suponen una manera de reunir a los “freeriders” en una zona especializada de forma segura para que desarrollen sus habilidades. En los Pirineos, Andorra es un lugar de referencia para encontrar buenos recintos. Por nombrar algunos, merecen la pena los parks de Pas de la Casa, Ordino-Arcalís y El Tarter. También en los Pirineos destacan los de Astun y Formigal. Se pueden hallar muy buenos parks en el lado francés, como los de Gourette, Cauterets, Porté-Puymorens, La Mongie, Piau-Engaly, Saint-Lary o Luz Ardiden. Por el centro se pueden visitar los parks de Pto. Navacerrada y San Isidro. En el sur se puede destacar el park de Sierra Nevada.

Un helicoptero nos lleva hasta la cima de las montañas más inaccesibles

También conocido como helisnow, el heliesquí es una de las modalidades del deporte blanco más elitistas. Consiste en ascender a bordo de un helicóptero a lo alto de una ladera y descender por la misma a toda velocidad con una libertad total.

Esta modalidad nació en los años 70, en Estados Unidos, como respuesta de los esquiadores y riders más exigentes que buscaban huir de las aglomeraciones de las estaciones americanas más importantes y visitadas (en la zona de Aspen, en las Montañas Rocosas de Colorado).

El mayor atractivo de esta práctica es la posibilidad de descender por una nieve virgen que nadie más ha surcado además de hacerlo por la ladera que nosotros elijamos desde el helicóptero. Muchos ven en esta modalidad un espíritu similar al del surf.

Para practicar el heliesquí es necesario poseer un nivel muy alto y una buena forma física, ya que los descensos pueden resultar bastante complicados. Normalmente se desciende acompañado de un guía que conoce la zona por la que hay que descender para evitar los sitios en los que haya riesgo de aludes o desprendimientos, así como barrancos o desniveles muy pronunciados. En el descenso se divide el grupo en parejas, acompañadas de un monitor, al que no se puede adelantar.

En cuanto al tipo de esquí, lo más sensato es utilizar un material todoterreno o freeride puesto que las condiciones de la nieve variarán dependiendo de la meteorología. Los esquís de freeride tienen un patín lo suficientemente ancho para evitar que nos hundamos en nieves profundas.

Estas tablas funcionan también en pista fresada o nieves heladas, por lo que son aconsejables a todo aquel que le guste la variedad. Aún así también puedes hacerte con unos esquís fat, específicos para nieve virgen. Muchas veces se asocia esta práctica a las montañas cubiertas de fina nieve (la llamada "powder").

Hoy en día los precios por grupos son bastante asequibles, y generalmente incluyen todo lo necesario para este tipo de descensos (dispositivo ARVA, pala y sonda, seguros de accidentes...). Además ofrecen un cursos previo al descenso para mostrar el uso de los sistemas de rescate, así como enseñar la reacción ante los peligros que entraña el heliesquí.

La práctica del heliesquí se ha generalizado en todas las cordilleras importantes del mundo. Aún así, es en las montañas americanas (Estados Unidos, Canadá, Chile, Argentina...) donde más se ofrece y se practica. Pero también hay estaciones en España que ofrecen este servicio; en los Pirineos: Baqueira Beret, Espot (Lérida), Formigal y Panticosa (Huesca) y Masella (Girona).

Además de las estaciones también han surgido empresas dedicadas exclusivamente a esta actividad (Heliskiaran, Pyroutdoor...).

Los precios oscilan entre los 200-600 euros dependiendo del número de descensos que quieras realizar.

Una bicicleta diferente

Es recomendable llevar en los pies unos esquís denominados footskis, con los que mantendremos el equilibrio sobre la “bicicleta”

Para el aprendizaje de este nuevo deporte, existe un programa de formación desarrollado por las federaciones americana y austriaca de snowbike. Aparte de este método, está el “súper-learning”, con el que aprenderemos lo básico en pocos minutos. El método se basa en la realización de una serie de ejercicios de pie, que posteriormente practicaremos sobre la bici (sentados). El programa de formación comprende diferentes etapas para ir progresando desde un nivel inicial nulo hasta un nivel avanzado. Además de estos métodos, conviene asistir a una estación donde dispongan de servicio de monitor de snow bike, quien nos enseñará todo lo necesario para controlar la bicicleta

En España, aunque cada vez está creciendo más, no se puede practicar esta modalidad en todas las estaciones, ya que no disponen de instalaciones ni material. Aún así algunas estaciones permiten el acceso a sus instalaciones con skibikes, mientras que otras disponen de estas bicis en fase de prueba. De cualquier manera, se trata de una actividad en auge, por lo que conviene consultar en la estación en particular donde se desee practicar, puesto que las cosas pueden cambiar enormemente de una temporada a otra.

Estamos ante la carrera de esquí de fondo más dura del planeta

160 kilómetros en los que los esquiadores pueden descubrir cosas a las que nunca habían llegado: la deportividad, la dureza de las condiciones extremas, la hospitalidad del pueblo esquimal...

El punto de partida y de llegada de la carrera es Sisimiut, la segunda ciudad más poblada de Groenlandia, con cerca de 6.000 habitantes. Allí se reúnen cada año más de 100 participantes, en su mayor parte nacidos en Groenlandia, para la prueba más épica que jamás se realizó sobre un par de esquís. También se pueden encontrar participantes extranjeros, que llegan al ártico en busca de la aventura y del desafío personal. Suelen ser de países nórdicos cercanos, pero también se pueden encontrar norteamericanos y alemanes, franceses...De esos 100 participantes no suelen llegar más de 60 a meta.

El itinerario de la carrera lleva a los participantes de Sisimiut al campamento nocturno en la primera jornada. En la segunda, la salida y la llegada está en el mencionado campamento, y el tercer día se sale de este punto para regresar a Sisimiut, con 160 kilómetros recorridos en total. Cada 10 kilómetros aproximadamente, se emplazan puntos de avituallamiento, donde también se puede ofrecer asistencia médica.

Seguridad y tradición

Un elemento clave en esta prueba es la seguridad. Se emplazan vigilantes en las zonas más peligrosas, en motos de nieve o en trineos, para asegurarse de que no hay incidentes peligrosos. Además, se obliga a los participantes a llevar en su equipo víveres y material de supervivencia para, en caso de perderse, poder aguantar 24 horas para ser rescatados.

Detalles que convierten a esta prueba en algo grande, como es también el ritual del día previo. Una vez los esquiadores están ya ubicados y preparados para afrontar el primer día de carrera, se celebra una misa en lengua autóctona en la iglesia de la ciudad donde los esquiadores se encomiendan al cielo para que todo vaya bien en la carrera de esquí de fondo más épica que jamás se haya creado.